Aquí puedes descargar las imágenes de la campaña. Si quieres descargar las imágenes en pdf, puedes hacerlo haciendo clic aquí
*NO ES SEQUIA, ES SAQUEO*
La actual crisis hídrica en Montevideo nos interpela al resto de países de la región, con quienes compartimos un modelo de desarrollo extractivista, donde el abuso y contaminación del agua son denominadores comunes.
Vemos cómo a este pueblo que reconoció en su Constitución Nacional al agua como derecho humano, bien de dominio público y de gestión estatal, hoy le ofrecen como única alternativa inmediata para el consumo en sus hogares, la compra y provisión de agua envasada.
Otra alternativa del actual gobierno uruguayo es el Proyecto Neptuno, en la localidad de Arazatí, altamente cuestionado, entre otras cosas:
– Por su alto costo, cientos de millones de dólares que deberán financiar les usuaries mediante el pago de la tarifa;
– Por la injerencia de capitales privados en su construcción y puesta en marcha y la falta de consulta y participación pública en su diseño y aprobación, ambos aspectos de carácter inconstitucional;
– Porque captará agua del Río de la Plata con contaminantes de distinto tipo, con alta salinidad durante varios días del año, sumando aún más costos para su tratamiento, con un alto impacto ambiental en su alrededor.
OSE, la empresa estatal de aguas uruguaya, contrató a su par israelí, Mekorot, como consultora para el Proyecto Neptuno. Mekorot, denunciada a nivel internacional por ejercer un “apartheid del agua” con el pueblo palestino, impediéndole su acceso, se presenta ante la crisis hídrica con su discurso de «cambiar por la cultura del respeto al agua».
Aquí en Argentina, Mekorot firmó estos acuerdos para asesorar a siete provincias en el diseño de sus planes maestros de agua. Al igual que en Uruguay, le decimos: no queremos estas falsas soluciones, que sólo buscan beneficio para sus negocios. Menos si vienen de la mano de quienes violan los DD.HH del pueblo palestino.
Debemos reconocer el grave problema que atravesamos, queremos poner sobre la mesa las verdaderas causas de la emergencia hídrica en nuestros territorios, quiénes han sido sus responsables y debatir, de manera justa y soberana, con la más amplia participación, las mejores salidas posibles.