En Argentina Mekorot ha estado involucrado en varios proyectos y ha firmado varios acuerdos. Aquí te detallamos por territorio:
Entre Rios
Formosa
La Rioja
Mendoza
Santa Cruz
Santa Fe
Santiago del Estero
En abril del 2022 una delegación de ministros, gobernadores y funcionarios de nuestro
país viajaron a Israel en cumplimiento de una agenda de cooperación propuesta
conjuntamente por la Jefatura de Gabinete de la Nación, el Ministerio del Interior y el
Consejo Federal de Inversiones – CFI. La gira oficial fue anunciada como un paso
importante en la “misión técnica de cooperación científico/tecnológica para el manejo
del agua”, establecida entre nuestro país y MEKOROT ISRAEL NATIONAL WATER Co,
-en adelante, Mekorot-, empresa estatal israelí para la gestión del vital recurso.
Además de las reuniones y encuentros concertados, los funcionarios visitaron plantas
de desalinización, riego y medición inteligente que la empresa opera en distintas
localidades de aquel país.
Según comunicado oficial, integraron la comitiva el ministro del Interior de la Nación,
Eduardo de Pedro; el de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez; el de
Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus; los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil; de
Entre Ríos, Gustavo Bordet; de Formosa; Gildo Insfrán; de Mendoza, Rodolfo Suárez;
de Río Negro, Arabela Carreras; de San Juan, Sergio Uñac; y de Santa Cruz, Alicia
Kirchner. Participaron además el ministro de Agua y Energía de La Rioja y
representantes del gobierno de Santiago del Estero, además de senadores nacionales
y equipos técnicos provinciales.
A partir de la visita, y según lo difundido oficialmente en los medios de comunicación,
se fueron concretando varios convenios de cooperación entre los actores de la
comitiva: “De esta manera, el Gobierno nacional ya potenció acuerdos con siete de las
10 provincias que participaron de la Misión Técnica por el Agua desarrollada en abril
del año pasado en Israel, y tras la cual ya San Juan y Mendoza rubricaron sendos
acuerdos con Mekorot en septiembre de 2022. Las provincias de Catamarca, La Rioja y
Río Negro firmaron los contratos para el inicio de la elaboración de los planes maestros
hídricos. Mientras que las provincias de Formosa y Santa Cruz rubricaron los contratos
de consultorías para iniciar el proceso de asesoramiento con Mekorot. Además, la
provincia de Santiago del Estero firmó un convenio con el CFI para el desarrollo de los
lineamientos técnicos y términos de referencia para el Plan Maestro Hídrico de la
provincia.” El gobierno de la provincia de Santa Fé, por su parte, difundió que la firma
del convenio y la empresa también tiene por objetivo el diseño de su Plan Maestro.
Más allá de la difusión de todo este proceso por parte del Ministerio del Interior de la
Nación, es el Consejo Federal de Inversiones – CFI el verdadero intermediario entre las
distintas jurisdicciones y la empresa israelí.
El CFI es un ente público interestadual fundado en 1959 por acuerdo entre las
provincias, integrado por sus gobiernos y el de la CABA, con personería jurídica propia
y que recibe aportes del Estado Nacional para su funcionamiento, tal como señala su
Carta de Constitución (1959), en el artículo 15: “los gastos que demande el Consejo
Federal de Inversiones serán previstos por los estados Nacional, provinciales, la
Municipalidad de Buenos Aires y el Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e
Islas del Atlántico Sur correspondiendo a cada una de las provincias y a la
Municipalidad de Buenos Aires una proporción igual su coeficiente en la distribución de
los impuestos sujetos al régimen de coparticipación federal, y a la Nación una suma igual al doble de la que corresponde a la provincia de mayor aporte, según lo
establecido precedentemente (…)”.
El CFI contrató los servicios de consultoría de Mekorot, “a los efectos de definir los
lineamientos técnicos, parámetros y principios de uso sostenible de los recursos
hídricos y la adquisición de las capacidades necesarias para la gestión sustentable de
los mismos”. Desde entonces llevan adelante, en forma conjunta con funcionarios y
técnicos de las provincias, una agenda de trabajo concreta junto a la empresa.
Mendoza, a modo de ejemplo, firmó dos convenios con el CFI al regreso del viaje a
Israel. El primero, con fecha del 11 de agosto de 2022, para el financiamiento de cinco
proyectos, en plazo estimado de dos años: diseño del Plan Maestro para el sector
hídrico; Código de Aguas (Digesto); herramientas para la optimización de la
disponibilidad hídrica; fortalecimiento del Programa de Inversiones en Cauce; y
fortalecimiento de la gobernanza del sistema. Para su realización, la provincia aporta
los recursos humanos y materiales, mientras que el CFI la asistencia técnica y
financiera para ejecutarlos. El segundo, específico para el diseño del Plan Maestro
contempla un “análisis de la situación actual del sector del agua; análisis del potencial
de los recursos hídricos (aguas superficiales y subterráneas); creación de proyecciones
de la demanda de agua (urbana, rural y de riego) para crear un sistema de asignación
que permita regular la demanda de agua; definir planes alternativos de abastecimiento
de agua; análisis económico, balance prospectivo y recomendaciones para el
desarrollo de un Plan Maestro”.
Anteriormente, a principios de 2021, según difundió la Cámara de Comercio Argentina
Israelí, Mekorot firmó un acuerdo, de manera directa, con el Ente Nacional de Obras
Hídricas de Saneamiento – ENHOSA, que incluye “la realización de estudios de
viabilidad y de proyectos de tecnología aplicada a los recursos hídricos (…); también la
elaboración de informes, el asesoramiento, el fortalecimiento de los marcos legales y la
planificación”. Por otro lado, la empresa Aguas y Saneamiento Argentina (AySA) -el
prestador más importante del país, segundo en Sudamérica-, comunicó que a la vuelta
de la gira a Israel mantuvo reuniones con Mekorot y con el ENHOSA, aunque a la fecha
no trascendió en los medios de comunicación la firma de algún convenio o acuerdo en
concreto.
Por otro lado, Mekorot ha sido responsable de violaciones de derechos de agua y de
discriminación desde la década de 1950, cuando se construyó el portador de agua
nacional de Israel, que está desviando el río Jordán de Cisjordania y Jordania para
servir a las comunidades israelíes. Al mismo tiempo, Mekorot priva a las comunidades
palestinas de la posibilidad de acceso al agua. El consumo mediano en los territorios
ocupados palestinos es de unos 70 litros diarios por habitante palestino, muy por
debajo de los 100 litros per cápita diarios recomendados por la Organización Mundial de la Salud, mientras que el consumo per cápita diario israelí está a unos 300 litros.
Mekorot se ha negado a abastecer de agua a comunidades palestinas dentro de Israel,
aún a pesar de una sentencia del Tribunal Supremo israelí, reconociendo su derecho al
agua. Mekorot es un socio orgulloso del plan del Fondo Nacional Judio «Blueprint
Negev», que expulsara a 40.000 ciudadanos beduinos palestinos de Israel
desarraigados de sus hogares y trasladados a reservas mientras sus tierras serán
utilizadas por asentamientos sólo para judíos en el Negev/Naqab.
El apoyo de Mekorot es vital para los asentamientos ilegales y ha continuado desde
1967, cuando la compañía tomó el control monopólico sobre todas las fuentes de agua
en los territorios ocupados y abastece así las colonias judías en perjuicio de las
comunidades palestinas. Mekorot participa en el crimen internacional de saqueo de los
recursos naturales operando unos 42 pozos en Cisjordania, los cuales en su mayoría
abastecen a los asentamientos israelíes. Mekorot trabaja también en estrecha
colaboración con el ejército israelí en la confiscación de las tuberías de riego de los
agricultores palestinos y la destrucción de las fuentes de abastecimiento de agua de
comunidades palestinas.
Sin dudas el acceso al agua es uno de los principales temas de preocupación a escala
mundial y nacional; vastas regiones del país se encuentran en emergencia hídrica
desde hace meses y algunas desde hace años, con perspectivas a futuro sumamente
complejas debido a las consecuencias del cambio climático. Sabemos que el agua es
esencial para todas las formas de vida e imprescindible para el desarrollo de nuestra
población, sobre todo en las regiones más postergadas. Por eso la preocupación
respecto cómo se llevan adelante el diseño e instrumentación de las políticas hídricas,
quiénes protagonizan estos procesos, en base a qué objetivos e intereses.
La gestión de los recursos hídricos demanda una mirada estratégica, atendiendo los
desafíos que imponen el corto, mediano y largo plazo. Con esa visión se elaboraron en 2001 los Principios Rectores de la Política Hídrica, en el marco del Consejo Hídrico
Federal, sintetizando los tres pilares del desarrollo sustentable: la perspectiva
económica, la social y la ambiental, señalando a la vez las responsabilidades que les
caben al Estado, al sector productivo y a la comunidad en los distintos aspectos de la
gestión integrada del agua.
Por otro lado, resulta indispensable que teniendo en cuenta el carácter de este bien
público, esencial para la vida y para numerosas actividades que es el agua, el diseño
de los Planes Maestros y los proyectos de desarrollo y gestión de las distintas
jurisdicciones se realicen en un marco de plena transparencia y con la participación de
todos los sectores involucrados. Considerando además a las cuencas hídricas como
unidades indivisibles, jerarquizando los comités de cuenca como ámbitos esenciales
para la concertación de las políticas a instrumentar, tal como lo señala la Ley 25.688,
Régimen de Gestión Ambiental de las Aguas.
Nuestro país tiene una deuda importante respecto al cumplimiento de esta valiosa
norma, varias son las cuencas interjurisdiccionales que no cuentan con su comité
constituido, o están constituidos pero no tienen funcionamiento regular, o lo hacen con
grados de informalidad importante. Los tiempos futuros demandan ampliar y
profundizar los mecanismos de concertación para el uso y gestión de los recursos
hídricos, no hacerlo implicaría un grave retroceso en materia política y ambiental.
Llama la atención que al menos en la comunicación de todo este proceso iniciado a
partir de la “misión técnica de cooperación científico/tecnológica para el manejo del
agua” con la empresa Mekorot, no tengan un lugar central estos aspectos. Muy por el
contrario, pareciera que priman los intereses particulares de cada jurisdicción, en base
a la demanda específica de cada una, sin la participación de organismos competentes
en la materia, como el Instituto Nacional del Agua, el Consejo Hídrico Federal, el Ente
Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento, entre otros.